Alrededor de las 07,00 horas del martes 03 de setiembre, un vecino de la zona noroeste de la localidad de Villa Guillermina, denunció en la comisaría que una precaria vivienda había sido consumida por el fuego y sólo quedaban cenizas en el lugar. (Fuente: Las Toscas Multimedios. Foto: Reconquista Hoy).
Rápidamente concurrieron los efectivos policiales a cargo del inspector Humberto Sánchez y comprobaron que había restos de un ser humano en el lugar; se comunicaron con el fiscal de turno, doctor Juan Carlos Koguc, quién convocó al equipo criminalístico de la URIX y al médico policial, doctor Maximiliano Delssín para que analice lo que quedaba del hombre encontrado en el lugar.
Se trata de Juan Carlos Escobar de 48 años de edad, changarín que vivía solo en esa precaria vivienda construida con material de tablero de la localidad, de acuerdo a los peritos de la PDI, el fuego se habría iniciado a raíz de un mechero encontrado en el lugar y como el hombre era alcohólico, o estaba dormido o se asfixió con el humo por eso pereció en el incendio.
La humilde vivienda estaba ubicada a dos km al noroeste del casco urbano de la localidad forestalera y el cuerpo estaba debajo de un tirante del techo de la casa, que cayó sobre el rostro de la víctima, tenía las dos piernas y los dos brazos totalmente calcinados y parte del cuerpo también, por lo tanto el fiscal, por recomendación del médico policial, ordenó se trasladen los restos hacia la morgue judicial de Reconquista para realizar los estudios científicos correspondientes y comprobar si efectivamente no existió algún tipo de violencia en el cuerpo antes de producirse la incineración.
La víctima, además de vivir solo, tiene muy pocos familiares cercanos, solamente una tía se acercó durante toda la mañana para interiorizarse de lo sucedido.
Debemos aclarar ante éstos acontecimientos que sucede a menudo, lamentablemente en el norte departamental, no existe morgue preparada en ningún efector de la zona, para llevar adelante el examen correspondiente a víctimas que proceden de muertes dudosas, por lo tanto el óbito debe ser trasladado a más de 100 km de distancia, con todo lo que ello significa ante la pérdida de un ser querido y queda bien claro que las autoridades del nodo de salud y especialmente las autoridades políticas, tienen muy poco interés en revertir la situación.